Importancia de la salud bucodental y su repercusión en el cáncer de mama.

En la prevención del cáncer de mama el cuidado de la salud bucodental juega un papel fundamental. Según los resultados publicados por investigadores de la Universidad de Bufalo (EEUU) en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, el riesgo de padecer cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas es un 14% mayor en caso de tener enfermedad periodontal. En el caso de asociarse el hábito tabáquico activo el riesgo era un 32% mayor, aunque la asociación no fue estadísticamente significativa.

Una vez ha sido diagnosticada de cáncer de mama y dado que la quimioterapia, y en menor medida la radioterapia, pueden impactar de manera negativa en la salud de su boca el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos recomienda acudir a su odontólogo para:

– Una exploración completa de la boca (dientes y mucosas) antes de iniciar el tratamiento

– Una limpieza de boca (remoción del sarro) profesional

– Tratamiento de las caries y restauración de las piezas necesarias

– Tratamiento de la enfermedad periodontal

– Controles periódicos durante el tratamiento oncológico

– Seguimiento de las posibles señales de alarma ante complicaciones: hinchazón y/o sangrado de encías, entumecimiento de la mandíbula, dolor de encías, aparición de úlceras.

Así mismo, es importante consultar tanto a su oncólogo como a su odontólogo antes de la realización de cualquier procedimiento que involucre el manejo de los maxilares (extracciones dentales, colocación de implantes, regularizaciones óseas,…) ya que su medicación puede condicionar la indicación o no de estos tratamientos.

Su oncólogo le informará de las consecuencias de los diferentes tratamientos sobre su salud bucodental.

Algunos de los efectos secundarios de los tratamientos convencionales de quimioterapia adyuvantes en el cáncer de mama que afectan a la cavidad oral incluyen mucositis, alteraciones del gusto y xerostomía.

Como consecuencia de la hiposalivación puede aumentar la inflamación gingival y la incidencia de caries; siendo también responsable de una mayor prevalencia de las disestesias y las alteraciones del gusto.

Muchas mujeres con cáncer de mamas no metastásicos que reciben inhibidores de la aromatasa reciben bisfosfonatos u otros antirresortivos como el ácido zolendronico, el ibandronato o más recientemente el denosumab para prevenir la pérdida ósea inducida por el tratamiento del cáncer.

La osteonecrosis de los maxilares es poco frecuente pero es un efecto adverso importante de los bisfosfonatos intravenosos o de la administración prolongada de inhibidores oseos para el tratamiento del cáncer avanzado.

Además, las mujeres que reciben terapias antiestrogenicas pueden experimentar mayores niveles de depresión, síntomas musculoesqueléticos y fatiga; cualquiera de los cuales pueden repercutir en su habilidad para mantener una adecuada higiene oral.

La higiene bucal que debe mantener la paciente con cáncer de mama no difiere notablemente respecto a la que debe seguir el resto de la población, pero si que debe ser exhaustiva y rigurosa.

Esta rutina debe incluir:

– Cepillado de dientes y mucosas después de cada comida (siempre y cuando no exista contraindicación por parte de su oncólogo).

– Completar la higiene entre los dientes con seda dental o cepillos interproximales (siempre que la encía no esté inflamada).

– Mantener la boca hidratada preferentemente con agua para combatir la xerostomía en ocasiones secundaria al tratamiento.

Consulta tu caso con nuestros especialistas. En nuestra clínica dental en Madrid somos especialistas en el tratamiento de la salud bucodental de pacientes de cancer de mama.

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